No ha sido difícil encontrar la fecha límite del concurso que me ocupa: el 28 de mayo, la tengo marcada en rojo en mi calendario.
Por cuestiones puramente prácticas, los concursos de posicionamiento se resuelven por regla general con el veredicto inapelable de Google o de algún otro buscador. La única excepción que recuerdo es la del comentado Navarra Top, un concurso con un planteamiento innovador y ambicioso cuyo fallo estuvo rodeado de una interesante polémica.
El posicionamiento, que tiene más de arte que de ciencia, no debería estar sujeto a plazos demasiado estrictos (no lo está, y eso lo saben bien los buenos profesionales), ya que es muy difícil predecir los cambios en el algoritmo de los buscadores; la convención de fijar una fecha se convierte así en otro reto para los concursantes.
28 de mayo. No se me olvidará.
miércoles, 26 de marzo de 2008
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